SpaceX y Elon Musk son, por suerte, un continuo flujo de noticias y novedades en el mundo de la ciencia y la ingeniería. Pero, en algunas ocasiones, no son grandes noticias para ellos.
Si seguís con frecuencia la actualidad científica, seguramente recordaréis esto que sucedió el 1 de septiembre:
Es impactante, ¿verdad?
Uno de los cohetes de la compañía de Elon Musk, los conocidos como Falcon 9, explotaba en el momento de realizar un test 2 días antes de su despegue en Cabo Cañaveral (Florida, Estados Unidos). La magnitud de la explosión es bastante considerable, inundando las llamas la gran parte de la cámara que grababa el vídeo.
Y, como podéis suponer, el cohete quedó para meterlo en la bolsa de basura y arrojarlo al contenedor. Con este suceso, Elon Musk perdía en un día 780 millones de dólares, la cantidad en la que estaba valorada el cohete y toda su carga.
A Mark Zuckerberg, CEO y creador de Facebook, tampoco le tuvo que sentar demasiado bien. Y es que el primer satélite de Facebook, un AMOS-6, iba a ser lanzado en este cohete. Este satélite estaba valorado en 95 millones de dólares y fue concebido para dotar de Internet gratuito a una parte de África.
Seguramente a Mark le hará menos gracia saber que el dinero de su cohete no va a ser indemnizado por Elon Musk pero si queréis saber cómo termina la historia, podéis leer este post de Gizmodo.
Mientras tanto, nosotros vamos a centrarnos en la explosión. Tras mucho investigar, e incluso después de que Elon Musk pidiera ayuda por Twitter para tratar de esclarecer las causas, por fin parece que los investigadores de SpaceX han dado con el fallo que originó la explosión.
Support & advice from @NASA, @FAA, @AFPAA & others much appreciated. Please email any recordings of the event to report@spacex.com.
— Elon Musk (@elonmusk) 9 de septiembre de 2016
El equipo de investigación del accidente, según indica la web de SpaceX, estaba compuesto por la propia compañía, la FAA, la NASA y la U.S Air Force y fue realmente difícil de analizar las causas debido a la brevedad de la explosión: 93 milisegundos.
Pero tras analizar el vídeo, los restos que se encontraron del Falcon 9 y los más de 3.000 canales de datos, todo indica que fue una gran brecha existente en el sistema de helio criogénico del segundo tanque de oxígeno líquido lo que produjo que se originase la explosión que costó a Elon 780 millones de dólares.
Como hemos comentado al principio, el cohete estaba realizando un test de fuego estático, que básicamente consiste en encender los motores del vehículo estando el movimiento de este restringido. De esta forma se determina si está preparado para su posterior lanzamiento.
Aún así, SpaceX ha dicho que esta explosión no guarda ningún tipo de relación con la que sufrió otro cohete de la compañía el año pasado en pleno vuelo, a pesar de que ambas tienen al tanque de oxígeno líquido como protagonista.
Mientras tanto, Elon Musk deberá irse a otro lugar a realizar lanzamiento mientras que en Cabo Cañaveral también tratan de solucionar los grandes desperfectos que la explosión causó en la infraestructura.
Vía | The Verge
Fuente | SpaceX
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